Lograr que el voluntariado de Protección Civil de Castilla-La Mancha disponga de las herramientas teórico-prácticas adecuadas, para poder realizar labores de atención a víctimas de violencia de género, es el objetivo del curso “Formación en Violencia de Género”, que se ha desarrollado este fin de semana en la Escuela de Protección Ciudadana, organismo dependiente de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas.
En esta acción formativa participan un total de 25 personas, de las provincias de Ciudad Real y Toledo, ha contado con la presencia del director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig, quien ha puesto de manifiesto la necesidad de seguir avanzando en la formación para reducir la lacra que supone este tipo de violencia en nuestra sociedad.
En este sentido, Puig ha ofrecido algunos datos que reflejan “la dura realidad”. Concretamente, ha señalado que el pasado 2022, dentro de las llamadas recibidas en el Servicio de Emergencias 1-1-2, un total de 3.748 fueron tipificadas como violencia de género, lo que supone más de diez llamadas diarias. Y ha añadido que, de esas 3.748 comunicaciones, 1.123 fueron catalogadas como sucesos en los que hubo violencia física, es decir, más de tres llamadas diarias.
Además, el director general de Protección Ciudadana ha recordado que el pasado año 49 mujeres fueron asesinadas en España y, en lo que va de 2023, ya son 21 las víctimas de esta lacra.
En este curso, los asistentes han adquirido conocimientos básicos sobre las distintas formas de violencia de género, así como sensibilización en el trato a las mujeres, con especial incidencia en la juventud, la trata y prostitución, además de las nuevas formas de violencia de género a través de las redes sociales.
Así, los voluntarios que han participado en este curso proceden de las localidades ciudarrealeñas de Daimiel, Manzanares y la propia capital manchega; además de las toledanas de Ajofrín, Mejorada, Numancia de la Sagra, Palomeque, Toledo, Torrijos, Yeles, Santa Cruz de la Zarza, Seseña y Ugena.