Riesgo de rotura o funcionamiento incorrecto de Presas y Balsas

Aunque la tecnología actual ha favorecido que las estructuras y obras hidráulicas sean cada vez más seguras, aún persiste un riesgo intrínseco a las mismas.

Por ello, la Directiz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones, consciente de lo anterior, procede a clasificar las Presas en función de su riesgo potencial, y determina las siguientes categorías:

 Categoría A: Corresponde a las presas cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede afectar gravemente a núcleos urbanos o servicios esenciales, o producir daños materiales o medioambientales muy importantes.

Categoría B: Corresponde a las presas cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede ocasionar daños materiales o medioambientales importantes o afectar a un reducido número de viviendas.

Categoría C: Corresponde a las presas cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede producir daños materiales de moderada importancia y sólo incidentalmente pérdida de vidas humanas. En todo caso, a esta categoría pertenecerán todas las presas no incluidas en las Categorías A o B.

 

Igualmente, dicha norma introduce la planificación de emergencias ante el riesgo de rotura o avería de las presas, que se deberá llevar a cabo, para aquellas clasificadas en las categorías A y B, mediante la elaboración e implantación de los Planes de Emergencia de Presas por parte de los titulares de las mismas.

Por otro lado, Real Decreto 849/1986, de 11 de abril, por el que se aprueba el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, modificado por el Real Decreto 9/2008, de 11 de enero, hace extensiva la anterior obligación a los titulares de todas las Balsas, asimismo, clasificadas en las categorías A y B, debido al riesgo que, también, se deriva de este tipo de obras hidráulicas.

 

A continuación, a través de los siguientes enlaces, podrá acceder a una información más detallada sobre los Planes de Emergencia de las Presas o Balsas de categorías A y B aprobados en Castilla-La Mancha:

 

 

 

 

Respecto a las consideraciones de carácter técnico, que permiten diferenciar estos dos tipos de construcciones, es preciso atender al hecho de que las presas y las balsas son estructuras esencialmente diferentes. Físicamente, una presa corta el discurrir de un cauce natural que alimenta el embalse que así se crea con aguas procedentes de las precipitaciones que tienen lugar en toda la cuenca hidrográfica vertiente, mientras que una balsa se encuentra fuera de cualquier cauce natural alimentándose, generalmente, mediante el bombeo de aguas suministradas desde un caudal o un cauce inferiores. Otro condicionamiento técnico que marca la diferenciación entre presas y balsas es que el requerimiento más importante que tiene una presa en materia de seguridad es que ha de ser capaz de gestionar la mayor avenida que, con una cierta probabilidad, pueda venir por el cauce sin que se vierta agua por encima de ella. En una balsa nunca se da este supuesto, siendo la inestabilidad de su dique de cierre, generalmente, su modo de fallo más probable.

 

 

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